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jueves, 28 de abril de 2011

Dos años y medio de prisión para un jefe de personal por abusar de una empleada

Noticias abril 2011
Dos años y medio de prisión para un jefe de personal por abusar de una empleada
04.04.2011 ccooweb

El Juzgado de lo Penal número 1 de Pamplona ha condenado a dos años y medio de prisión al jefe de personal de una empresa de transporte sanitario por abusar sexualmente de una empleada, a la que pidió favores sexuales a cambio de no cambiarle su turno de trabajo. José Antonio C.S. condujo a la mujer a un cuarto de la compañía, donde consiguió que terminara semidesnuda y que llegara a realizarle tocamientos.

El Ministerio Fiscal solicitó para el acusado una condena de 18 meses de cárcel como autor de un delito de abuso sexual y el pago de una indemnización de 6.000 euros. La acusación particular, por su parte, pidió dos años y medio de prisión y la misma compensación económica, mientras que la defensa interesó la libre absolución.

La sentencia, contra la que cabe recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de Navarra, relata que el 21 de agosto de 2008, hacia las 14.20 horas, José Antonio C.S., y la víctima de los abusos sexuales se encontraban en su centro de trabajo, situado en el polígono de Landaben de Pamplona.

El acusado, que era el jefe de personal de la empresa y "superior jerárquico" de la trabajadora, era el responsable de informar y proponer los cambios de turno de personal, que eran aprobados definitivamente por los dos propietarios de la compañía, según indica el fallo, que relata que el mismo año en que ocurrieron los hechos, la empleada había mantenido una conversación con José Antonio C.S., al que solicitó que le permitiera permanecer en el servicio de urgencias, tras explicarle que su hermana y su sobrino dependían parcialmente de ella y que ese turno le permitía atenderles.

El día señalado, el acusado comunicó a la mujer que iban a realizar cambios y que podía pasar al turno de servicios programados, ante lo cual ella le reiteró su interés en permanecer en urgencias. Entonces él le preguntó "qué estaría dispuesta a hacer para mantener su turno" y le llegó a preguntar "si estaría dispuesta a matar".

Presionada en el trabajo mientras continuaban la conversación, prosigue la sentencia, el procesado condujo a la trabajadora hasta el almacén de lencería, donde le dijo que había "otras personas dispuestas a hacer mucho", al tiempo que abría la puerta del cuarto de medicinas y le hacía pasar al interior, para cerrar después la puerta. En ese momento, la mujer le comentó que no estaba dispuesta a tener ninguna relación sexual, pero "presionada" por la insistencia de él, accedió diciendo que "si tuviera que hacerlo, lo haría".

Entonces, José Antonio C.S. apagó la luz de la habitación, porque "así no tendrás vergüenza", y le preguntó si le practicaría sexo oral, a lo que ella se negó. Volvió a preguntarle nuevamente que haría ella por trabajo, por lo que la empleada, "presionada y con miedo a perder su puesto", se despojó del sujetador mientras él, "con ánimo de satisfacer sus deseos lúbricos", se aproximó con la bragueta del pantalón abierta y le pidió que metiera la mano, mientras le tocaba un pecho. En ese momento, la mujer "se echó a llorar" y, tras vestirse, abandonó el lugar, mientras él le decía que "si cambiaba de opinión regresara por la tarde".

Como consecuencia de estos hechos, según recoge la sentencia, la víctima presenta un cuadro de estrés agudo reactivo a un hecho traumático y padece un trastorno ansioso depresivo con graves alteraciones emocionales, por lo que precisa de tratamiento farmacológico y terapéutico.

La juez destaca que la mujer actuó bajo "la presión de un menoscabo en las condiciones laborales" y que el acusado logro obtener de ellas "unos actos sexuales que evidentemente no hubiera obtenido en otras circunstancias". Por ello acuerda imponerle una condena de dos años y medio de prisión y el pago de 6.000 euros en concepto de responsabilidad civil.
 

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